Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Macabeos 4, 25-42

25 Hubo aquel día gran liberación en Israel.

26 Los extranjeros que habían podido escapar se fueron donde Lisias
y le comunicaron todo lo que había pasado.

27 Al oírles quedó consternado y abatido porque a Israel no le había
sucedido lo que él quería ni las cosas habían salido como el rey se lo tenía
ordenado.

28 Al año siguiente, reunió Lisias 60.000 hombres escogidos y 5.000
jinetes para combatir contra ellos.

29 Llegaron a Idumea y acamparon en Bet Sur. Judas fue a su
encuentro con 10.000 hombres

30 y cuando vio aquel poderoso ejército, oró diciendo: «Bendito seas,
Salvador de Israel, que quebraste el ímpetu del poderoso guerrero por mano
de tu siervo David y entregaste el ejército de los filisteos en
manos de
Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero.

31 Pon de la misma manera este ejército en manos de tu pueblo Israel
y queden corridos de sus fuerzas y de su caballería.

32 Infúndeles miedo, rompe la confianza que en su fuerza ponen y
queden abatidos con su derrota.

33 Hazles sucumbir bajo la espada de los que te aman, y entonen
himnos en tu alabanza todos los que conocen tu nombre.»

34 Vinieron a las manos y cayeron en el combate unos 5.000 hombres
del ejército de Lisias.

35 Al ver Lisias la derrota sufrida por su ejército y la intrepidez de los
soldados de Judas, y cómo estaban resueltos a vivir o morir valerosamente,
partió para Antioquía, donde reclutó mercenarios con ánimo de presentarse
de nuevo en Judea con fuerzas más numerosas.

36 Judas y sus hermanos dijeron: «Nuestros enemigos están vencidos;
subamos, pues, a purificar el Lugar Santo y a celebrar su dedicación.»

37 Se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.

38 Cuando vieron el santuario desolado, el altar profanado, las
puertas quemadas, arbustos nacidos en los atrios como en un bosque o en
un monte cualquiera, y las salas destruidas,

39 rasgaron sus vestidos, dieron muestras de gran dolor y pusieron
ceniza sobre sus cabezas.


40 Cayeron luego rostro en tierra y a una señal dada por las
trompetas, alzaron sus clamores al Cielo.

41 Judas dio orden a sus hombres de combatir a los de la Ciudadela
hasta terminar la purificación del Lugar Santo.

42 Luego eligió sacerdotes irreprochables, celosos de la Ley,